Mantener un coche con autogas GLP o GNC es, en general, sencillo y económico. Sin embargo, hay un componente clave que a menudo se pasa por alto y que es vital para la salud y el rendimiento de todo el sistema: los filtros de autogas.
Cambiar los filtros a tiempo no es solo una recomendación, es la mejor inversión que puedes hacer para evitar averías costosas y asegurar que tu vehículo funcione de manera óptima. En este artículo, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre los filtros de fase líquida y gaseosa: por qué son tan importantes, cuándo debes cambiarlos y cómo es el proceso.
¿Por Qué Hay Dos Filtros en un Sistema de Autogas?
Un sistema de autogas funciona en dos etapas, y cada una necesita su propia protección.
- Filtro de Fase Líquida: Este es el primer guardián. Se encuentra después de la toma de llenado y antes del reductor/vaporizador. Su misión es capturar las impurezas más pesadas y partículas metálicas (como limaduras o restos de óxido) que pueden venir en el GLP desde la estación de servicio. Protege principalmente al reductor de presión.
- Filtro de Fase Gaseosa: Una vez que el gas pasa por el reductor y se convierte de líquido a gas, pasa por este segundo filtro justo antes de llegar a los inyectores. Su trabajo es detener las impurezas más finas, aceitosas o resinosas que se hayan podido generar en el proceso de vaporización. Su función es crucial para proteger los inyectores, que son componentes de alta precisión y muy sensibles a la suciedad.
¿Cuándo Debo Cambiar los Filtros de Autogas?
Esta es la pregunta del millón. La respuesta más segura es siempre: sigue la recomendación del fabricante de tu equipo de autogas.
Sin embargo, como norma general, se recomienda el siguiente intervalo:
Cada 15.000 a 20.000 kilómetros o una vez al año, lo que ocurra primero.
¿Por qué este intervalo? No cambiar los filtros a tiempo puede provocar una cadena de problemas:
- Pérdida de Potencia: Un filtro de fase gaseosa obstruido restringe el flujo de gas, haciendo que el coche pierda rendimiento, especialmente al acelerar.
- Tirones y Ralentí Inestable: La falta de un flujo de gas constante provoca que el motor funcione de forma irregular.
- Avería en los Inyectores: Es la consecuencia más grave y costosa. Si las impurezas aceitosas superan el filtro de fase gaseosa, llegan a los inyectores, los obstruyen y terminan por averiarlos. Cambiar una rampa de inyectores es mucho más caro que un juego de filtros.
- Daños en el Reductor: Un filtro de fase líquida saturado puede dejar pasar partículas que dañen las membranas y componentes internos del reductor.
- Mayor Consumo: Un sistema que no funciona de forma eficiente consume más combustible para ofrecer el mismo rendimiento.
En resumen, el coste de cambiar los filtros es mínimo comparado con el coste de reparar los componentes que protegen.
¿Cómo se Cambian los Filtros de Autogas? Guía Básica
Cambiar los filtros es un proceso relativamente sencillo si tienes conocimientos básicos de mecánica. No obstante, la seguridad es lo primero. Si no te sientes 100% seguro, es mejor acudir a un taller profesional.
Medidas de Seguridad Fundamentales:
- Cierra la válvula del depósito de autogas: Antes de manipular cualquier parte del sistema, asegúrate de que el suministro de gas está completamente cerrado desde la multiválvula del depósito.
- Motor frío y apagado: Nunca trabajes con el motor caliente.
- Lugar bien ventilado: Realiza la operación en un espacio abierto o muy bien ventilado.
- Usa guantes y gafas de seguridad: Protégete de posibles fugas residuales de gas.
Proceso de Cambio del Filtro de Fase Líquida:
Este filtro suele estar integrado en la electroválvula de corte que se encuentra junto al reductor.
- Localiza la electroválvula: Sigue el tubo de cobre que viene del depósito hasta el vano motor.
- Abre la carcasa: La electroválvula tiene una tapa, normalmente sujeta por varios tornillos. Al aflojarlos, es normal que se escape una pequeña cantidad de gas residual que quedaba en la tubería.
- Retira el filtro viejo: Dentro encontrarás un pequeño cartucho de papel o fieltro con un imán para atraer partículas metálicas. Retíralo con cuidado.
- Limpia la carcasa: Usa un paño limpio para retirar cualquier residuo del interior.
- Inserta el filtro nuevo: Coloca el nuevo cartucho y las juntas tóricas que suelen venir en el kit. Asegúrate de que encaja perfectamente.
- Cierra y aprieta: Vuelve a colocar la tapa y aprieta los tornillos de forma firme y uniforme.
Proceso de Cambio del Filtro de Fase Gaseosa:
Este filtro se encuentra en la manguera que va desde el reductor hasta la rampa de inyectores.
- Localiza el filtro: Es una carcasa, normalmente de aluminio o plástico, con una manguera de entrada y una de salida.
- Afloja las abrazaderas: Usa un destornillador o unos alicates para aflojar las abrazaderas que sujetan las mangueras al filtro.
- Retira el filtro viejo: Desconecta las mangueras del filtro. Ten en cuenta la flecha de dirección del flujo de gas impresa en el filtro para colocar el nuevo en la misma posición.
- Instala el filtro nuevo: Conecta las mangueras al nuevo filtro, respetando la dirección del flujo.
- Asegura las abrazaderas: Vuelve a apretar las abrazaderas para asegurar que no haya
Comprobación Final
Una vez cambiados ambos filtros, abre lentamente la válvula del depósito de autogas. Con el motor aún apagado, revisa visualmente y con ayuda de agua jabonosa las conexiones que has manipulado para asegurarte de que no hay ninguna fuga de gas. Si todo está correcto, arranca el coche directamente en modo gasolina y deja que cambie a autogas automáticamente para comprobar que todo funciona correctamente.
Conclusión: No te la Juegues, Cambia tus Filtros
El mantenimiento de los filtros de autogas es la tarea más importante y rentable que puedes realizar para garantizar una larga vida a tu sistema GLP/GNC. Es un procedimiento rápido, económico y que te ahorrará muchos dolores de cabeza y dinero en el futuro.
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