
El Gas Licuado del Petróleo (GLP) se ha consolidado como una alternativa de combustible en el sector automóvil, ofreciendo ventajas económicas y medioambientales. Para su uso en vehículos, el GLP se almacena en depósitos especializados diseñados para la seguridad y eficiencia.
Tipos de Depósitos de GLP para Vehículos
Los depósitos de GLP en vehículos se distinguen principalmente por su forma y ubicación:
- Toroidales (o de "donut"): Son los más populares y comunes en las conversiones a GLP. Su diseño en forma de rosquilla permite instalarlos en el hueco destinado a la rueda de recambio, tanto en el interior del maletero (toroidal interno) como, en algunos casos, en la parte exterior inferior del vehículo (toroidal externo). La ventaja clave es que no comprometen el espacio útil del maletero.
- Cilíndricos: Estos depósitos son, como su nombre indica, cilíndricos. Suelen ofrecer una mayor capacidad que los toroidales, lo que se traduce en una mayor autonomía. Sin embargo, su tamaño implica que suelen instalarse en el maletero, ocupando una parte significativa del espacio de carga. Son una opción habitual para vehículos que requieren una autonomía extendida, como autocaravanas.
Tamaños de Depósitos de GLP para Vehículos
La capacidad de los depósitos de GLP varía en función del tipo y del modelo del vehículo, adaptándose al espacio disponible y a las necesidades de autonomía del conductor. Es importante recordar que, por seguridad, los depósitos de GLP solo se llenan hasta el 80% de su capacidad nominal para permitir la expansión del gas.
- Toroidales: Sus capacidades suelen oscilar entre los 30 y 76 litros brutos. Por ejemplo, un depósito toroidal de 50 litros brutos se llenará con unos 40 litros de GLP.
- Cilíndricos: Ofrecen una mayor variedad de tamaños, desde 37 litros brutos hasta los 160 litros brutos o más en el caso de autocaravanas y vehículos comerciales. Por ejemplo, capacidades comunes pueden ser de 30, 40 o 50 litros brutos para coches compactos o sedanes.
Características de los Depósitos de GLP para Vehículos
La seguridad es el pilar fundamental en el diseño y fabricación de los depósitos de GLP:
- Materiales: Se construyen con chapa de acero de alta resistencia para soportar la presión interna del GLP.
- Multiválvula: Cada depósito incorpora una multiválvula que integra varias funciones de seguridad esenciales:
- Válvula de llenado: Para el repostaje.
- Válvula de servicio: Permite el paso del GLP hacia el motor.
- Limitador de llenado al 80%: Evita el sobrellenado del depósito, dejando un espacio para la expansión del gas.
- Válvula de presión (o de seguridad): Libera presión si esta supera un límite establecido, por ejemplo, en caso de sobrecalentamiento.
- Válvula de corte de flujo excesivo: Detiene el flujo de GLP si hay una fuga importante.
- Homologación: Todos los depósitos deben cumplir con la normativa europea ECE/ONU R-67.01, que establece los requisitos de seguridad y homologación para los componentes de los sistemas de GLP. Esta homologación es verificada en la ITV tras la adaptación del vehículo.
- Pruebas de resistencia: Los depósitos son sometidos a rigurosas pruebas de desgaste, impacto y fugas para garantizar su integridad y hermeticidad en condiciones extremas.
- Sistemas de fijación: Los depósitos se anclan de forma segura al chasis del vehículo, utilizando soportes y correas robustas.
Caducidad y Vida Útil de los Depósitos de GLP en Vehículos
A diferencia de los combustibles líquidos, el GLP en sí mismo no "caduca". Sin embargo, los depósitos de GLP instalados en vehículos tienen una vida útil limitada y deben ser reemplazados periódicamente.
- Vida útil estándar: La regulación europea ECE R 110 especifica que los tanques de GLP en automóviles tienen una vida útil máxima de 10 años desde la fecha de fabricación. Esta limitación se debe a la degradación natural de los materiales y componentes internos de las válvulas y sistemas de seguridad.
- Sustitución obligatoria: Una vez transcurrido este plazo de 10 años, el depósito debe ser sustituido por uno nuevo y homologado para poder seguir circulando legalmente con GLP. Esta sustitución se verifica durante la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).
- Revisiones periódicas: Además de la sustitución del depósito cada 10 años, se recomienda un mantenimiento regular del sistema de GLP. En general, se aconseja una revisión del sistema cada 20.000 kilómetros o anualmente, lo que ocurra primero. Estas revisiones incluyen la verificación de válvulas, tuberías y la ausencia de fugas.
El estricto cumplimiento de la vida útil y las revisiones periódicas son fundamentales para garantizar la máxima seguridad y el correcto funcionamiento del sistema de GLP en el vehículo.